lunes, 30 de mayo de 2016

EL PAPEL DE LOS PADRES Y LAS MADRES EN EL DEPORTE DE FORMACIÓN

El pasado 24 de mayo tuvimos el placer de compartir nuestras reflexiones con los padres y madres del Club de Triatlón Vicálvaro, en una charla organizada en colaboración con dicho club y con Ineo Psicología. Desde aquí, queremos agradecer a ambas entidades el trabajo conjunto llevado a cabo para desarrollar la actividad. Asimismo queremos agradecer a los asistentes su implicación y aportaciones, como siempre muy enriquecedoras para nosotros.




El título de la charla es el que encabeza esta entrada, y en ella abordamos diferentes temas de interés para quienes, de una u otra forma, participamos en la formación deportiva de nuestros jóvenes. Debido a la limitación de tiempo, ofrecimos pinceladas generales acerca de dichos temas, emplazando a los padres y madres asistentes a desarrollarlos más ampliamente en un taller de mayor duración de cara a la próxima temporada.

A modo de conclusiones, queremos compartir con los lectores de nuestro blog algunas de las ideas sobre las que hablamos en la charla:

- Existe una clara necesidad de espacios dirigidos a la orientación de padres y madres en relación a su papel en el deporte de sus hijos e hijas. Escuela DCP, a través de sus acciones formativas, trata de ofrecer dicha orientación.

- La Asociación Española de Pediatría recomienda que niños y adolescentes practiquen actividad física vigorosa una hora al día, cinco días a la semana. Un elevado porcentaje de nuestros jóvenes no las cumple, lo que puede conllevar consecuencias físicas similares a las de la hipertensión, el tabaquismo o la obesidad.

- En categorías de formación, deporte y estudios no sólo pueden, sino que deben ser  compatibles. Nuestro ideal es convertir la actividad deportiva en la segunda prioridad en el escalafón de actividades formativas de nuestros jóvenes, debido a su potencial y a los múltiples beneficios que ofrece a nuestros jóvenes, especialmente en las áreas física, psicológica, cognitiva y social.

- La práctica deportiva va indisolublemente unida al crecimiento personal, a través del desarrollo de valores y capacidades transversales al deporte y a la vida. Este aspecto choca con la ausencia de una legislación deportiva que regule los objetivos, principios y competencias básicas que dicha práctica debe promover.

- El 99,8% de las personas que practican deporte no llegan a dedicarse a él de manera profesional (2 de cada 1000); pero todos son ciudadanos, todos forman parte de la sociedad. Por ello, una gran parte de los esfuerzos de padres y madres, entrenadores y demás figuras vinculadas a la actividad deportiva deben ir orientados a la formación humana de todo deportista.

- En relación con lo anterior, un entorno deportivo adecuado debe promover valores personales aplicables a cualquier ámbito de la vida cotidiana. Y es esencial que dicho contexto esté alineado con los valores y enseñanzas familiares. De lo contrario, el niño o niña puede verse sometido a una presión que perjudique su disfrute.

- El desarrollo de valores como la tolerancia, la convivencia o el respeto por la diversidad nos ayuda, además, a algo tan necesario como erradicar la violencia de los entornos deportivos. Los padres y madres de deportistas tienen un papel fundamental en este terreno.

- Por ello, como padres no es necesario que orientarse hacia la búsqueda de un deporte específico para cada chico o chica; nosotros apostamos por la integración en entornos enriquecedores para ellos, independientemente del deporte que practiquen.

- En ocasiones, el entorno familiar transmite niveles de sobreactivación o de exigencia excesivos. Ello suele conducir a situaciones de “burnout” (“quemarse”) que hacen que el deportista deje de disfrutar del deporte y, bien quiera abandonarlo, bien siga practicándolo bajo niveles de estrés muy perjudiciales.

- Debemos distinguir entre “motivar” y “activar” a nuestros deportistas. Lo primero es un proceso constante que debe darse durante toda la vida deportiva; lo segundo es una acción orientada a mejorar su rendimiento puntualmente (por ejemplo, ante una competición específica).

- Como padres y madres, es fundamental desarrollar la capacidad para motivar, acompañando así a hijos e hijas en la carrera de fondo que es para ellos su actividad deportiva. Recordad: no necesitan otro entrenador que les corrija, sino un padre/madre que les refuerce y motive.

- Por último, hay que recalcar que sin el tesón, esfuerzo y sacrificio de padres y madres, muchos chicos y chicas no practicarían deporte.

Como siempre, esperamos que estas reflexiones compartidas sean de vuestro interés.